Uno de los errores más frecuentes de la gente que prueba el pádel o que empieza a jugar es invertir en una pala, pero no en unas zapatillas de pádel. Aunque las pistas de pádel pueden ser de cemento, césped artificial o materiales sintéticos, las más habituales son las de césped artificial.

Para el mantenimiento de estas, se suele utilizar arena que se dispersa por el campo. Y te preguntarás: ¿por qué explicamos todo esto en un artículo sobre zapatillas?

La respuesta es simple: no todos los tipos de zapatillas deportivas funcionan bien sobre estas superficies. Utilizar unas zapatillas con suela lisa o poco dibujo como las de running te harán patinar como si estuvieses en una pista de hielo al pisar la arena. Las de tacos o suelas más pronunciadas harán que te claves en la pista y puede ser peligroso.

¿Cómo debe ser una zapatilla de pádel?

En el pádel hay varios puntos que tienen especial importancia en el calzado:

• La suela: Generalmente, funcionan mejor las suelas con forma de espiga, es decir, con un patrón de líneas finas. En ocasiones pueden tener diferentes patrones, pero por lo general suelen tener bastante dibujo y pocas o ninguna parte lisa. Ojo con las de tenis, a veces tienen una suela similar a las de pádel, pero no suelen ser tan eficaces.

• La puntera: En pádel es habitual ponerse de puntillas y jugar bastante con la punta del pie para pivotar. Por eso las bambas de pádel suelen tener un refuerzo especial en esa zona, que suele sufrir un mayor desgaste.

• El talón: Las zapatillas de pádel suelen tener la parte del talón reforzada para mantener el pie en su sitio cuando nos movamos. Ten en cuenta que el pádel es un deporte de impacto, y es imprescindible que el pie esté bien sujeto dentro de la zapatilla para evitar roces o molestias.

¿Que zapatillas de pádel comprar?

Hay muchísimas marcas que producen calzado para pádel, así que es una cuestión de gustos y del presupuesto que puedas gastarte. ¿Qué diferencia hay entre una zapatilla de pádel cara y una barata? Por lo general, el coste se ve reflejado en la calidad de los materiales, el peso, la plantilla, la suela, etc.

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